Trump aseguró que pronto anunciará si EE. UU. participará en el conflicto entre Israel e Irán

La Casa Blanca informó que Donald Trump decidirá si interviene o no en la campaña militar de Israel contra Irán en las próximas dos semanas. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, fue la encargada de leerle a la prensa el mensaje del presidente estadounidense: “Dado que existe la sustancial posibilidad de que se lleven a cabo negociaciones con Irán en un futuro próximo, tomaré mi decisión sobre si intervengo o no en las próximas dos semanas”. Asimismo, el propio Trump indicó: “Puede que sí, puede que no”. “Deberían haber llegado a un acuerdo, las palabras del presidente Trump significan algo. El mundo lo entiende. Y en el Departamento de Defensa, nuestro trabajo es estar preparados y listos con opciones, y eso es precisamente lo que estamos haciendo”, declaró por su parte el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ante el Comité de Servicios Armados del Senado.

Ante este contexto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia advirtió a Estados Unidos contra su hipotética participación en el conflicto entre Irán e Israel. “Nos gustaría advertir particularmente a Washington contra cualquier intervención militar en esta situación, lo que constituiría un paso extremadamente peligroso con consecuencias negativas realmente impredecibles”, dijo la portavoz de la cancillería Maria Zajárova.

A ya días desde el inicio de los bombardeos israelíes sobre Irán y la posterior respuesta de Teherán, por el momento, el conflicto entre ambos países no muestra señales de desescalada. Así, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, rechazó la “rendición incondicional” exigida por Israel y Estados Unidos. Además, fue aún más lejos, prometiendo “daños irreparables” contra Estados Unidos si el país norteamericano decide atacar a Irán, en apoyo a su aliado israelí.

Mientras en Estados Unidos permiten las dudas, otros países abogan claramente por el fin del conflicto. En particular, cuatro países de la región, preocupados por una desestabilización aún más fuerte de la situación regional: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar y Omán.